
Un Anderlecht débil solo pudo empatar 1-1 en su visita al OH Leuven. Tras una primera parte floja, en la que OHL tuvo la mejor ocasión y Anderlecht apenas inquietó, los bruselenses abrieron el marcador en la segunda mitad gracias a un rebote afortunado de Vázquez, que desvió con la rodilla un libre de Angulo.
Aunque Anderlecht parecía tener el partido bajo control, decidió replegarse y ceder la posesión a Leuven. Esa actitud conservadora se pagó cara: en el minuto 80, Maziz aprovechó un mal despeje y marcó el empate con un disparo entre varias piernas, imposible para Coosemans. Incluso después, Sardella tuvo que salvar en la línea el 2-1.
Anderlecht apenas generó peligro y vuelve a quedarse en tablas en Leuven. La falta de creatividad ofensiva y la incapacidad para sostener la ventaja explican el nuevo tropiezo: en los últimos tres partidos, solo ha marcado dos veces y siempre con fortuna, lo que convierte cada gol en contra en casi automático reparto de puntos.
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