PARTIDOS Mientras la mayoría de sus compañeros aún se debate entre estudiar y salir de fiesta, Nathan De Cat acaparó todas las mirada el domingo por la noche en su primer Clásico. El defensa de Anderlecht de 17 años, incluso recibió una ovación de pie cuando fue sustituido. Desde Youri Tielemans, ningún adolescente vestido de morado y blanco había causado semejante impresión.
Contra Standard, De Cat jugó con la soltura de un futbolista callejero. Todo parecía natural: fortaleza en duelos, visión y calma con el balón. "Me quito el sombrero ante este muchach", después lo elogió el entrenador Besnik Hasi. "No hay que subestimar su rendimiento a tan joven edad. Lee el juego con excelencia y distribuye bien. También aguanta muchos golpes, pero como es tan grande, los árbitros no siempre ven eso.
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Continuar leyendo Su altura (1.92m) hace que su presencia sea más llamativa, especialmente ya que nació prematuramente hace diecisiete años. Desde entonces, ha relegado a Enric Llansana a la banca y parece estar asegurando su lugar para siempre. Ha dejado atrás los errores que hizo en etapas previas, como contra Häcken y en Atenas. Contra Standard, ganó casi todos los duelos y desbarató todos los ataques de los Rouches. Su aspecto desenfadado, con los calcetines a bajo, le da un aspecto icónico.
Sus compañeros también lo elogian. "Permanece tranquilo bajo presión y siempre consigue el balón", dice Yari Verschaeren. Veinte minutos antes del final, Hasi lo sacó, no para una ovación de pie, sino por necesidad: "A Nathan todavía le cuesta jugar lo 90 minutos."
Ahora la pregunta es que tan indispensable se está volviendo De Cat para Anderlecht. Al joven centrocampista le gustaría ir al Muncial en Qatar con el equipo Sub17 belga, pero los malvas están dudando. "Lo decidiremos esta semana", confirmó Hasi. "Tal vez tengamos que protegerlo de si mismo, ya que está jugando mucho."
Y así, a la edad de 17 años, De Cat se enfrenta al dilema: ¿Elegir el Mundial en Qatar o un partido importante con Anderlecht contra Club Brujas? Algo es claro: el futuro de los malvas está por delante.