
El entrenador Ariel Jacobs estaba fúrico después del juego contra Standard. "Esto no fue una demostración de fútbol," comenta a Sporza. "Fueron dos ataques arteros a jugadores de Anderlecht."
"Mis jugadores estaban en completo shock, ésto era un funeral. Nosotros nos fuimos al ataque y Standard obtuvo más espacio. Proto nos salvó el partido."